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lunes, 26 de noviembre de 2012


  1. La Tierra

    Miremos el Planeta como lo vería un extraterrestre que llevara informes a otro:

    ¿Qué averiguaste sobre el reino más inteligente de la Tierra?

    He aquí el Informe:

    Sigue en el apartado de Para Reflexionar

martes, 6 de noviembre de 2012

¿que es tu vida?



Miedo y vanidad; vanidad y miedo. Y una huida constante, ansiando desesperadamente tu cuidado y tu contento, del sufrimiento originado precisamente por la vanidad y el miedo.

No te digo esto para que cambies, no pretendo que tú ni nada cambie, sino para que te observes. Como quien se mira en un espejo.
Y al observarte, te aceptes a ti mismo y, a partir de ahí, a los demás y cuanto te rodea. Y al aceptar, ames. Y al amar, te sientas Amado por la Vida y la Creación. Y al sentirte Amado, te rindas.
¡Ríndete!. Total y definitivamente. Comprobarás entonces y sólo entonces que la Rendición no es fruto de la impotencia, sino del empoderamiento; que no es efecto de tu pequeñez, sino del endiosamiento que florece al constatar que Dios es yo y yo soy Dios cuando todo cesa y dejo de identificarme con cualquier tipo de identidad, sea física o espiritual, sea individual o colectiva.

Con la Rendición explosionará en ti, de manera natural y sencilla, una Nueva Vida que no puede ser pensada, ni conceptualizada ni predefinida. En ella luce exclusivamente la Bandera Blanca de la Rendición plena.

Para que ondee y se despliegue en su colosal dimensión y hermosura, insuflará la Bandera Blanca una Libertad radical y completa que emanará de tu interior como espléndida y sutil brisa de Amor.
Es una brisa suave, sí, pero implacable. Te despojará de cuanto has sido, tenido, anhelado y temido; te impulsará al abandono y al desalojo hasta vaciarte de toda vanidad, en cualquiera de sus manifestaciones; y, finalmente, te llevará a donde le dé la gana.
Y tú no tendrás miedo. Vacío y sin nada ni necesidad de nada, te dejarás llevar, fluirás y no tendrás miedo. Nunca jamás.

La Confianza habrá anclado para siempre en tu Corazón y tú ya no serás tú: sabrás bien lo que supone “Nacer de Nuevo” y te habrás transformado en el Viento que todo mece, todo acuna y todo Ama, pues es el Amor mismo y puro.
¿Qué es tu vida?
La respuesta, como intuyó Dylan, está flotando en el Viento. Y el Viento es Tú, que eres Yo como Yo Soy Tú.

Es decir, Amor-

Emilio Carrillo