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martes, 21 de febrero de 2012

Pintura egipcia




La técnica pictórica de los egipcios fue un precedente de la pintura al fresco o témpera, ya que aglutinaban pigmentos naturales, extraídos de tierras de diferentes colores, que mezclaban con clara de huevo y disolvían con agua para poder aplicarlo sobre los muros, revestidos con una capa de tendido "seco" de yeso. 

La pintura, como todo el arte del Antiguo Egipto estaba sometida a unos cánones o reglas muy estrictas, entre las que destacan: 

Jerarquía: la representación estaba reservada a las figuras de dioses y faraones en las primeras épocas, posteriormente, también a personajes notables. Las figuras más importantes eran más grandes que las de los demás personajes, y mostraban actitudes hieráticas, ausencia de expresividad, como signo de respeto. El tamaño tenía relación directa con su importancia social, así vemos que el faraón es el personaje más alto en las escenas familiares, donde sus mujeres, hijos, o enemigos son más pequeños; el faraón representado en presencia de los dioses generalmente es del mismo tamaño. 

Ley de torción: en pinturas y bajorrelieves, las figuras se representaban con el rostro, brazos y piernas de perfil, mientras que el tronco y el ojo estaban dispuestos de frente. 

Ausencia de perspectiva: no había profundidad sino yuxtaposición de figuras. El menor tamaño de algunas no significaba que estuvieran más alejadas, sino que eran menos importantes, simbolizando así su inferioridad. 
Colores planos: utilizando el color con tonalidades uniformes, pues no se hacían gradaciones de color ni medios tonos 



El arte egipcio desarrollo una gran capacidad comunicativa con pocos medios pero mucha variedad y estos eran las Figuras como protagonistas de sus historias y la simbología como narración. La Figuración y los elementos simbólicos predominan en la mayoría de las imágenes del arte egipcio

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