gracias a Cristóbal Vila por su magnífico vídeo
El número áureo o de oro
(también llamado razón extrema y
media, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción
áurea y divina proporción) representado por la letra griega φ (fi).
También se representa con la letra griega Tau (Τ τ), por ser la primera letra de la raíz
griega τομή, que significa acortar, aunque encontrarlo
representado con la letra Fi (Φ,φ) es más común.
Se trata de un número algebraico irracional (decimal infinito no periódico) que posee muchas propiedades
interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como “unidad” sino como
relación o proporción entre segmentos de rectas. Esta proporción se encuentra
tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza. Puede hallarse en
elementos geométricos, en las nervaduras de las hojas de algunos árboles, en el
grosor de las ramas, en el caparazón de un caracol, en los flósculos de los
girasoles, etc.
Asimismo, se atribuye un carácter estético a los objetos cuyas medidas
guardan la proporción áurea. Algunos incluso creen que posee una importancia mística. A lo largo de la historia,
se ha atribuido su inclusión en el diseño de diversas obras de arquitectura y otras artes, aunque algunos de estos casos han sido
cuestionados por los estudiosos de las matemáticas y el arte.
Clave matemática Leonardo Fibonacci fue el matemático que descubrió determinado orden en el crecimiento de las plantas. La secuencia es 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233... Si se divide un término de esta secuencia por el siguiente, repitiendo el proceso el número se va acercando a 1,6180339 (89/55), coincidiendo con el número aúreo definido por Euclides La causa de este modelo secuencial se encuentra en la ESPIRAL media dorada que gira sin principio ni fin.
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