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martes, 9 de julio de 2013

el proceso de la presencia

Desde la infancia nos hemos pasado la vida y hemos derrochado inconscientemente nuestra energía intentando estar a la altura de las condiciones que creíamos que nos proporcionarían el amor incondicional. Esto se ha manisfestado en los inter...minables <haceres> o dramas físicos, mentales y emocionales que hemos estado ejecutando con el fin de ganarnos la atención y la aceptación. Desgraciadamente, no podemos obligar a los demás a que nos amen incondicionalmente a través de la manifestación de un drama. Toda atención que podamos atraer a través del drama es, por su propia naturaleza, condicional. Lo cierto es que hemos fracasado siempre en este propósito, y no hemos obtenido la atención que buscabamos. El amor no es algo que tengamos que conseguir por méritos. No tenemos que cualificarnos para ser amados. El amor es nuestro derecho de nacimiento. El amor simplemente Es.
Durante la infancia, el ejemplo de amor que se nos dio a través de la interación con nuestros padres y con los demás se conviertió en nuestra principal definición del amor. Es el resultado automático de la impresión emocional. En consecuencia como adultos, cada vez que intentamos manifestar una experiencia de amor por nosotros mismos, elaboramos inconscientemente un guión físico, mental o emocional que recreará la resonancia emocional que experimentamos durantne las interacciones que mantuvimos con nuestro padres en la infancia. Esta resonancia no tiene por qué ser agradable o plancentera en modo alguno. Simplemente intenta ser similar.

Por ejemplo, si recibimos malos tratos cuando pedíamos amor, los malos tratos se convertirán en parte de nuestra definición infantil del amor. En consecuencia, como adultos, cada vez que sintamos la necesidad de amor en nuestra vida, manifestaremos automáticamente una experiencia en la que estará incluida la resonacia emocial de los malos tratos. Lo hacemos inconscientemente. Lo hacemos automáticamente ¿Por qué? Por que es la única forma que conocemos de conseguir lo que creemos que es el amor. Pero el amor que terminamos logrando siempre hace daño. Y siempre hace daño debido a sus condiciones. En un nivel consciente, quízas digamos entonces: <¿Por qué esto siempre me pasa a mi?>.El motivo por el cual seguimos manifestando las mismas experiencias dolorosas es sencillo. Es por que no conocemos nada mejor. Éste es el atolladero en el que nos encontramos inmersos. Ésta es la herida abierta en el corazón de la humanidad. Éste es el motivo por el cúal muchos de nosotros damos por hecho automáticamente que el amor hace daño. Pero sin embargo, <el hacer daño> es una condición, pero el Amor no.

Michael Brow. El Proceso de la Presencia

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